La fe es uno de los pilares fundamentales de la vida cristiana. A menudo, escuchamos que «la fe mueve montañas» o que debemos caminar «por fe y no por vista», pero, ¿qué significa realmente vivir por fe? Hoy exploraremos qué es la fe, cómo actúa en nuestras vidas y por qué es crucial que, como cristianos, actuemos sobre lo que no vemos.

¿Qué es la fe?

La Biblia define la fe en Hebreos 11:1:
«La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.»
Este versículo nos da una visión clara: la fe es la confianza y seguridad en algo que no podemos ver ni tocar, pero que sabemos que es real. La fe en Dios no se basa en lo que podemos observar con nuestros ojos físicos, sino en la certeza de Su promesa, en Su palabra y en lo que Él ha hecho a lo largo de la historia.

La fe como acción

Tener fe no significa simplemente creer en algo sin mover un dedo. La verdadera fe nos impulsa a actuar. El apóstol Santiago nos enseña que la fe sin obras está muerta:
«Así también la fe, si no tiene obras, está muerta en sí misma.» (Santiago 2:17)
Es decir, la fe genuina produce acción. La fe cristiana no se trata de esperar pasivamente que algo suceda, sino de actuar conforme a las promesas de Dios, incluso cuando no tenemos pruebas visibles.

Por ejemplo, Abraham creyó en la promesa de Dios de que sería el padre de muchas naciones, aunque no tenía hijos y parecía imposible. A pesar de la duda y los obstáculos, él actuó en fe, y Dios cumplió Su promesa (Génesis 12:1-4, Romanos 4:18-21).

La fe en lo invisible

La fe también nos invita a mirar más allá de las circunstancias y de lo que es visible. En 2 Corintios 5:7, se nos dice:
«Porque por fe andamos, no por vista.»
Esto significa que, aunque no veamos cómo Dios obrará en nuestra situación, debemos confiar en que Él está en control. Vivir por fe es caminar hacia adelante, incluso cuando no tenemos todas las respuestas ni vemos el camino claro. Es un acto de confianza en Dios, sabiendo que Él proveerá lo que necesitamos, aunque no podamos verlo con nuestros ojos.

Ejemplos de fe en la Biblia

A lo largo de la Biblia, encontramos muchos ejemplos de personas que actuaron en fe, confiando en lo que no podían ver:

  1. Moisés – Moisés creyó que Dios lo usaría para liberar a su pueblo de la esclavitud en Egipto, aunque las circunstancias parecían imposibles (Éxodo 3:10-12).
  2. Noé – Noé construyó un arca porque creyó en la advertencia de Dios sobre el diluvio, aunque no había llovido nunca antes (Génesis 6:13-22).
  3. David – El joven David enfrentó al gigante Goliat, confiando en que Dios le daría la victoria, aunque su oponente era mucho más grande y experimentado (1 Samuel 17:45-50).

La fe que transforma

Cuando actuamos en fe, nos transformamos. La fe nos lleva a confiar más en Dios, a dejar nuestras preocupaciones y miedos en Sus manos y a esperar en Sus promesas. La fe nos enseña que no caminamos solos, sino que el poder de Dios nos acompaña en todo momento.

En Romanos 8:24-25 se nos recuerda que la esperanza que tenemos en Cristo no se trata de algo visible, sino de algo que confiamos será cumplido:
«Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve no es esperanza; porque ¿quién espera lo que ve? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.»

¿Cómo practicar la fe?

  1. Lee y medita en la Palabra de Dios: La fe viene por el oír, y el oír, por la palabra de Dios (Romanos 10:17). Al conocer las promesas de Dios, nuestra fe crece y se fortalece.
  2. Ora con confianza: Hablar con Dios nos permite confiar en Su voluntad y en Su tiempo. La oración fortalece nuestra fe al reconocer que Él está escuchando nuestras peticiones.
  3. Actúa conforme a la fe: No basta con creer, debemos actuar en base a lo que creemos. Si confiamos en que Dios proveerá, debemos dar pasos de obediencia y esperanza, incluso cuando no vemos la respuesta inmediata.
  4. Rodeate de personas que también caminen por fe: La comunidad cristiana es un gran apoyo. Juntos, podemos fortalecer nuestra fe y animarnos a seguir confiando en Dios.

Recuerda que:

La fe cristiana no es solo una creencia intelectual, sino una acción diaria, un acto de confiar y actuar conforme a lo que Dios ha prometido, aunque no podamos verlo. Como dice 2 Corintios 5:7, vivimos por fe, no por vista. Actuar sobre lo que no vemos es un desafío, pero es también una oportunidad para ver el poder de Dios en acción en nuestras vidas.

La fe es el camino hacia la victoria, y aunque no podamos ver la solución, podemos confiar en que Dios ya tiene todo bajo control. Actúa con fe, y verás cómo Dios obra en lo invisible para hacer visible Su gloria.

«Todo lo que es posible para el que cree.» (Marcos 9:23)

 

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