¿Tarde de películas, reunión con amigos o simplemente un antojo? Nada acompaña mejor esos momentos que unas ricas salsas para dipear.

La buena noticia es que no necesitas ser chef ni pasar horas en la cocina: con unos pocos ingredientes puedes preparar opciones deliciosas, frescas y rápidas.

Aquí te comparto tres salsas fáciles de hacer en casa, con ingredientes que casi siempre tienes a la mano.

 

1. Guacamole exprés 

El clásico de clásicos. Suave, cremoso y con ese sabor que nunca pasa de moda.

Ingredientes:

  • 1 aguacate maduro

  • Jugo de medio limón

  • Sal y pimienta al gusto

  • (Opcional: un poquito de cebolla o tomate picado)

Preparación:
Aplasta el aguacate con un tenedor, agrega el limón, sal y pimienta. Si quieres, añade cebolla o tomate en cubitos. ¡Y listo!

-Dato curioso: El guacamole era preparado por los aztecas hace más de 500 años y lo llamaban ahuacamolli, que significa “salsa de aguacate”.

 

2. Salsa de yogur con ajo

Una opción ligera, fresca y perfecta para panes o chips de verduras.

Ingredientes:

  • ½ taza de yogur natural (o griego)

  • 1 diente de ajo rallado

  • 1 chorrito de aceite de oliva

  • Sal y un poco de orégano o perejil

Preparación:
Mezcla todo en un tazón y deja reposar unos minutos para que el ajo suelte su sabor. Tendrás una salsa cremosa y deliciosa.

 

3. Pico de gallo fresco 

Colorido, refrescante y con ese toque ácido que encanta.

Ingredientes:

  • 2 tomates maduros


  • ½ cebolla pequeña

  • Unas hojas de cilantro

  • Jugo de 1 limón

  • Sal al gusto

Preparación:
Corta todo en cubitos, mezcla bien y disfruta. Fácil, saludable y perfecto para cualquier ocasión.

-Dato curioso: En México también se lo conoce como bandera, porque sus colores recuerdan a la bandera nacional (verde, blanco y rojo).

 

 

Disfruta y comparte 

Lo mejor de estas salsas es que son rápidas, económicas y llenan de alegría cualquier mesa. Ideales para un snack en familia, una noche de juegos o simplemente para consentirte con algo rico.

“Así que, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios.” — 1 Corintios 10:31