Alguna vez te has preguntado, ¿Por qué damos regalos en Navidad?

Simplemente porque estamos imitando a Dios.

 

En Juan 3:16 leemos: “Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo”

Dios no nos regaló un objeto, nos regaló a una persona, a su único Hijo, Jesús.

 

¿Qué lo motivó a darnos tan grande regalo?

-El amor

Por lo tanto, de esta manera Dios nos mostró su amor: Él le dio un regalo al mundo.

 

Jesús es el regalo sorpresa de amor más grande que, sin lugar a dudas, hemos recibido para disfrutar, pero también para compartir. Y es que mediante la parábola del buen samaritano nos damos cuenta de un claro ejemplo de amor.

 

En ella encontramos a tres personajes: Los primeros dos, el sacerdote y el levita tuvieron la oportunidad de mostrar amor al hombre herido, sin embargo, ambos lo evitaron y se fueron.

 

Pudiera ser que hoy en día nos encontremos así, envueltos en nuestras propias cosas, afanados y viviendo tan deprisa, que no vemos o evitamos las necesidades de nuestro alrededor. Sin embargo, recuerda que “El amor, es un sentir del corazón que se manifiesta en acciones” Así lo hizo el samaritano, pues cuando vio la condición del hombre, su corazón se compadeció de él y lo ayudó.

 

Hay muchas personas a tu alrededor que necesitan experimentar el amor de Dios y esto puede ser posible a través de ti. Hay muchas maneras de hacerlo, y en ocasiones inclusive una sincera sonrisa puede hacer una gran diferencia. Por lo tanto, está atento a las necesidades que Dios pone en tu camino y regala amor a los demás, así como lo has recibido de Él.

 

Juan 3:16

De tal manera amó Dios al mundo

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.