La plancha para cabello es una “herramienta” casi imprescindible en nuestros hábitos de belleza y es importante saber cómo utilizarla.

Hemos de tener claro que el uso de todo tipo de instrumentos de calor sobre nuestro cabello tiende a dañarlo, pero si le damos el uso correcto luciremos un cabello siempre sano.

Lo primero que debes hacer es escoger la plancha ideal para tu cabello. Hay una variedad muy amplia en el mercado que, a la hora de elegir una, lo que casi siempre hacemos es decantarnos por aquella que más se ajuste a nuestro bolsillo.

Ahora bien, antes de invertir demasiado o de buscar la más económica, deberíamos tener en cuenta estos detalles:

  • Si tu cabello es corto elige una plancha de menor tamaño. De ese modo la manejarás mucho mejor.
  • Elige una plancha que tenga revestimiento de cerámica o turmalina
  • Es el mejor punto de partida para cuidar de nuestro cabello. A partir de aquí, ya puedes elegir la de mejor calidad o una calidad media.

Planchado siempre seco

Nunca hagas uso de la plancha alisadora con el cabello mojado o lo podrías quemar. Algo muy frecuente que solemos hacer es secarnos el cabello con el secador en máxima potencia  y después, utilizar la plancha alisadora.

Ten en cuenta que son dos herramientas de calor muy intensas que, a largo plazo, van a dañar tu cabello.

Recuerda la importancia de usar siempre de la plancha con el cabello seco: es lo más seguro.

¿Cerámica, titanium o vapor?

Cerámica: Es la más recomendada para el uso en casa porque sus placas protegen en el cabello

Titanium: Placas sin revestimiento de cerámica que otorga altas temperaturas. Su uso es más adecuado en alisados, keratinas, etc.

Vapor: Placas de titanium revestido o de cerámica. Se usan con aceite de argán bifásico. Son las más ideales porque ofrecen ultrahidratación, mejor sellamiento de cutícula, menos resequedad y mayor duración del planchado con el cabello hidratado.

Consejos:

Para planchar el cabello divídelo en secciones finas, y asegúrate haber aplicado antes un termoprotector y que esté 100% seco.

No lo planches todos los días por más lacio que te guste verlo ya que este hábito podría terminar marchitándolo.

No olvides darle tratamientos a tu cabello con frecuencia para evitar el desgaste y envejecimiento por el uso frecuente de la plancha. Usa productos que te ayuden a cuidarlo del calor.

Por: Daniela Iturralde