Nuestros corazones se encuentran afligidos por los efectos devastadores del reciente terremoto en la costa de nuestro país. La pérdida de familiares y amigos embarga el alma y el espíritu de una profunda tristeza, por lo que anhelamos que el mensaje del amor de Cristo transmitido por nuestras frecuencias sea el bálsamo para las heridas del alma y esperanza para el corazón.

A cada uno de nuestros amigos que han perdido a sus seres queridos, nuestras más sentidas condolencias acompañadas de un abrazo fraterno. Sepan que estamos orando continuamente por todos ustedes.

Nuestra confianza está en Dios, quien nos cobija bajo su manto de amor y de gracia. Que Dios nos conceda paz y fortaleza, mientras caminamos juntos por la senda de la reconstrucción y restauración.

Sus amigos de HCJB2.

Tú eres mi protector, mi lugar de refugio, mi libertador, mi Dios, la roca que me protege, mi escudo, el poder que me salva, mi más alto escondite.

Salmos 18:2