La traición de un amigo es un dolor que corta profundo, dejando cicatrices emocionales difíciles de sanar y es que se puede manifestar de diferentes maneras.

  1. Cuando la traición viene de alguien de confianza (aquel secreto que tu amigo reveló)
  2. Cuando la lealtad se ve desvanecida (aquel amigo que el lugar de apoyarte te abandona)
  3. Cuando existe traición financiera (acuerdos de dinero que no se cumplen)

 

Uno de los ejemplos más famosos de traición en la Biblia es la historia de Judas Iscariote, quien traicionó a Jesús por treinta piezas de plata (Mateo 26:14-16). Jesús, aunque consciente de la traición inminente, decidió lavar los pies de sus discípulos, incluido Judas, como símbolo de humildad y amor (Juan 13:1-17).

 

Éste ejemplo nos indica que incluso cuando enfrentamos traición de amigos debemos esforzarnos por mantenernos con integridad y amor para quienes nos hacen daño.

Es importante que aquella traición no se arraigue en nuestro corazón formando amargura, y que podamos entregar aquella carga a Dios que tanto nos duele.

Sólo Dios sabrá el destino de aquellas personas, no obstante, nuestra respuesta debe ser siempre desde la misericordia, entendiendo la ley de la siembra y la cosecha.

 

Todo lo que el hombre siembre, eso también cosechará (Gálatas 6:7) 

 

Recuerda: El enfrentar una traición no es algo que debas hacer en tus propias fuerzas, sólo Dios puede ayudarte incluso en los asuntos del corazón.