La traición de un amigo es un dolor que corta profundo, dejando cicatrices emocionales difíciles de sanar y es que se puede manifestar de diferentes maneras.
- Cuando la traición viene de alguien de confianza (aquel secreto que tu amigo reveló)
- Cuando la lealtad se ve desvanecida (aquel amigo que el lugar de apoyarte te abandona)
- Cuando existe traición financiera (acuerdos de dinero que no se cumplen)
Uno de los ejemplos más famosos de traición en la Biblia es la historia de Judas Iscariote, quien traicionó a Jesús por treinta piezas de plata (Mateo 26:14-16). Jesús, aunque consciente de la traición inminente, decidió lavar los pies de sus discípulos, incluido Judas, como símbolo de humildad y amor (Juan 13:1-17).
Éste ejemplo nos indica que incluso cuando enfrentamos traición de amigos debemos esforzarnos por mantenernos con integridad y amor para quienes nos hacen daño.
Es importante que aquella traición no se arraigue en nuestro corazón formando amargura, y que podamos entregar aquella carga a Dios que tanto nos duele.
Sólo Dios sabrá el destino de aquellas personas, no obstante, nuestra respuesta debe ser siempre desde la misericordia, entendiendo la ley de la siembra y la cosecha.
Todo lo que el hombre siembre, eso también cosechará (Gálatas 6:7)
Recuerda: El enfrentar una traición no es algo que debas hacer en tus propias fuerzas, sólo Dios puede ayudarte incluso en los asuntos del corazón.
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