Halloween, que se celebra el 31 de octubre, es una festividad popular en muchos países. Sin embargo, hay cristianos que eligen no participar en esta celebración. A continuación, te presentamos las razones de por qué algunos evitan Halloween, apoyadas por principios bíblicos.

1. Orígenes de Halloween

Primero, es importante saber que Halloween tiene raíces en antiguas festividades celtas, como el festival de Samhain. En esa época, se creía que los espíritus de los muertos regresaban a la tierra. Esto puede resultar inquietante para muchos cristianos, ya que se asocia con lo oculto y lo sobrenatural.

Versículo clave:
“No te apartes a los ídolos, ni hagas para ti dioses de fundición. Yo soy Jehová tu Dios.” (Éxodo 20:4-5)

2. Celebración de lo oscuro

Además, Halloween a menudo incluye elementos de miedo, como disfraces de fantasmas y brujas. Para nosotros, estos temas pueden glorificar lo que la Biblia considera pecado o mal. Preferimos enfocarnos en lo que es bueno y edificante en nuestras vidas.

Versículo clave:
“Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas.” (Efesios 5:11)

3. Fomento del miedo y la brujería

También es relevante mencionar que la celebración de Halloween puede fomentar un interés en el ocultismo y la brujería. Creemos que estos intereses son incompatibles con nuestra fe, que nos llama a vivir en la luz y la esperanza, no en el miedo.

Versículo clave:
“Porque Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” (2 Timoteo 1:7)

4. Enfoque en la vida y la esperanza

Por último, como cristianos, estamos llamados a enfocarnos en lo que es bueno y puro. En lugar de participar en Halloween, preferimos celebrar alternativas que reflejan los valores de nuestra fe, como la luz y la esperanza en Cristo.

Versículo clave:
“Todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay alguna virtud y si hay algo digno de alabanza, en esto pensad.” (Filipenses 4:8)

Así que, para muchos de nosotros, la decisión de no celebrar Halloween se basa en nuestras creencias sobre la influencia de lo oculto y el llamado a vivir en la luz. Cada persona y comunidad tiene su forma de entender y practicar la fe, y lo más importante es buscar la guía de Dios y actuar de acuerdo a lo que creemos que le honra. Espero que esto te haya ayudado a entender mejor esta perspectiva.

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