El reconocido guitarrista español Narciso Yepes albergaba dudas sobre la versatilidad de su instrumento. El maestro Yepes mantenía el criterio de que en la guitarra clásica existía algo imperfecto, algo que fallaba y que la técnica no podía remediar.

Yepes no se resignó y, tras años de estudio, llegó a la guitarra de diez cuerdas, una eficaz idea que resolvía en buena medida los problemas que presentaban las seis cuerdas de la tradicional guitarra que todos conocemos.

El problema mayor del hombre es el pecado y no puede hacer nada para remediar esta imperfección. La Biblia dice que: Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos su justicia.

La solución perfecta de Dios a este problema se centra en la cruz de Cristo. Si Jesús no hubiese muerto, no habría solución a la imperfección del hombre. No existe problema que Dios no pueda remediar, por grande que sea, ni aún el pecado del hombre.

Por: Mauricio Patiño Bustos