¿Cuántos de nosotros hemos sufrido pobreza, desolación, desesperanza y miedo? ¿Cuántos de nosotros fuimos apoyados por otros?  Hombres y mujeres nos brindaron refugio, alimentos, medicina y comprensión a muchos de nosotros ¿verdad?

No importa quién fue el opresor o el victimario o si fuimos nosotros mismos los que las provocamos por tomar malas decisiones, lo importante es que hubo personas que nos ayudaron.

En el mundo habrá personas agradecidas y otras no, pero lo importante es que tú sí lo seas, y hoy puedes devolver esa ayuda a través de ayudar a un venezolano.

«Y vendrá el levita, que no tiene parte ni herencia contigo, el forastero, el huérfano y la viuda que habitan en tus ciudades, y comerán y se saciarán para que el Señor tu Dios te bendiga en toda obra que tu mano haga».

Deuteronomio 14:29

Venezuela viene sufriendo años tras años de pobreza, sólo comparable con los países en guerra, con una terrible escasez de comida, medicina y trabajo, envuelta en violencia, bajo un régimen de autoritarismo y maltrato que ha cobrado la vida de cientos de víctimas, despido de trabajadores por no acatar las órdenes de sus gobernantes de firmar a favor de  lo que él considera justos, violencia en las calles, opresión y pobreza, es lo que ha provocado la desesperación de este pueblo.

Proverbios 29 nos dice: «Cuando los justos aumentan, el pueblo se alegra; pero cuando el impío gobierna, el pueblo gime».

Hoy, los ecuatorianos bendecidos por Dios, vivimos en paz, cubiertos por el amor y la misericordia de Dios. Aunque podamos equivocarnos al elegir a nuestros gobernantes, estoy segura que seremos bendecidos aún más por Dios, por abrirles las puertas y nuestro corazón a nuestros semejantes venezolanos, de los cuales podemos enriquecernos con su cultura y su experiencia.

En todas las sociedades habrá personas valiosas, y aquellas que no lo son, así como el delincuente ecuatoriano será sancionado, el extranjero también lo será, pero el juicio viene de Dios y las autoridades.

La vivencia de los venezolanos debería ser una experiencia favorable para los ecuatorianos, quienes en las próximas elecciones deberíamos elegir a un hombre que le tema a Dios, con valores y virtudes, y que también sea amante de su pueblo y no del dinero (no se puede tener dos dioses).

¡Oremos, oremos y clamemos por un nuevo Venezuela y ayudemos al hoy necesitado “el venezolano “!

Reflexión:

Salir de nuestro pueblo, de nuestra tierra dejando nuestro hogar, afrontando los peligros del camino y con la responsabilidad de proteger a nuestra familia, desconociendo lo que vamos a encontrar, no es  fácil. Sólo el hecho de tomar esa decisión es algo duro, pero José, el padre de Jesús, debió hacerlo cuando fue informado por el ángel que Herodes quería asesinar a Jesús y le dijo que huyera a Egipto. Recorrió un camino duro y difícil pero él, como cabeza de familia, cumplió con su obligación de proteger a su hijo y Egipto fue el lugar que los acogió, otra tierra que no era la de ellos fue su refugio para poder sobrevivir.

¿Hoy que podrás hacer tu por los hermanos venezolanos?

Por: Ivonne Bayas