Paz es una palabra que escuchamos mucho en estas fechas navideñas, todos te desean “paz”, amor, armonía. Y, podría ser una palabra que comprendamos, pero a lo mejor no la experimentamos.
Jesús nació para darnos PAZ, en Isaías 9:6 nos habla de la profecía del nacimiento de Jesús, una parte nos dice que llamaremos Su nombre, Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno y PRINCIPE DE PAZ .
Jesús es el Príncipe de la Paz, solo Él puede darnos verdadera paz, y lo más increíble es que Su paz no tiene fin, no es momentánea al contrario es duradera y no tiene fecha de caducidad.
Jesús en está Navidad quiere darte un regalo especial y es PAZ, paz en tu mente paz en tu corazón.
En Juan 14:27 nos dice que la paz que viene de Él es un regalo que no puede dar el mundo. La paz que el mundo “te regala”, no es verdadera, basa su paz en un estado de quietud, donde no hay problemas, no hay enfermedad. Todos están bien con todos, no hay situaciones difíciles, hasta en lugares donde no hay ruido, etc. En cuanto comienzan los problemas pueda que la paz se pueda ir de inmediato.
La verdadera paz es la que a pesar de la situaciones, la enfermedad, los problemas, esa permanece, no se va, te hace sentir tranquilo y eso es real.
Pablo nos recuerda que no nos preocupemos por nada, si no que oremos por todo y podremos experimentar la PAZ de Dios que supera todo lo que podemos entender.
¿Te has sentido ansioso alguna vez, qué es lo que has sentido? La ansiedad es la ausencia de paz en tu vida, puedes ir a Jesús y orar por todo lo que te está quitando la paz, expresarle tus inquietudes y Él te dará paz en medio de todo lo que estás pasando.
Jesús vino a este mundo a darte salvación pero también nos recuerda que Él puede darnos paz, puedes ir corriendo a Él y comenzar a tener paz en cada área de tu vida.
Está Navidad te invito a que experimentes la verdadera paz que Jesús nos da, no te afanes por nada y ten paz en tu mente en tu corazón. Y, que puedas compartir la paz de Jesús que tanto necesita este mundo.
Juan 14:27-29
Les doy la paz, mi propia paz, que no es como la paz que se desea en este mundo. No se preocupen ni tengan miedo por lo que pronto va a pasar. Ustedes me oyeron decir que me voy, pero regresaré por ustedes.
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