En una época en donde la delincuencia y la maldad está a la orden del día nos preguntamos: ¿Debemos tener miedo?

 

Y es que podemos saber cuando salimos pero no cuando regresamos, nuestra partida sólamente la conoce Dios, sin embargo no podemos evitar llenarnos de angustia y ansiedad por nuestra familia y personas queridas.

 

Somos humanos, y como tales tenemos un sinnúmero de sentimientos y aflicciones. Algunos tenemos ira por quienes hacen maldad, otros tenemos profunda tristeza al conocer cómo día a día fallecen las personas. Pero aquí hay algo que debemos tener en cuenta:

 

  1. Sabemos que la maldad es la ausencia del amor de Jesús en el corazón del ser humano, por tanto nos corresponde tener misericordia aun al más vil.
  2. Dios tiene soberanía sobre toda la tierra, por tanto Él conoce el por qué guerras, pleitos, corrupción y maldad suceden en el mundo.

 

¿Qué hay de nuestra confianza en Dios?

El mejor versículo que puede darnos seguridad ante tanta maldad es Jeremías 17: 7–8:

«Bendito el hombre que confía en el Señor y pone su confianza en él. Será como un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calor, y sus hojas siempre están verdes. En época de sequía no se angustia, y nunca deja de dar fruto.» 

 

Cuando ponemos nuestra confianza en Dios, no debemos sentirnos inseguros. Te invitamos a que ores y te humilles ante nuestro Dios, porque este es el mejor momento para clamar por protección. Él es capaz de satisfacer todas nuestras necesidades, ya sean espirituales, emocionales, físicas, relacionales o cualquier otra cosa.

 

No te preocupes por el mañana pues Dios tiene el control de cada uno de nosotros, Él nos proveerá y nos guardará de todo mal.

Te enviamos un abrazo caluroso y Dios siga derramando su amor en ti.