Hijo mío, presta atención cuando tu padre te corrige; no descuides la instrucción de tu madre. Lo que aprendas de ellos te coronará de gracia y será como un collar de honor alrededor de tu cuello.Hijo mío, si los pecadores quieren engatusarte, ¡dales la espalda! Quizás te digan:
«Ven con nosotros. ¡Escondámonos y matemos a alguien!
¡Vamos a emboscar a los inocentes, solo para divertirnos!
Vamos a tragarlos vivos, como lo hace la tumba;
vamos a tragarlos enteros, como a quienes descienden a la fosa de la muerte.
¡Piensa en todas las grandes cosas que conseguiremos! Llenaremos nuestras casas con todo lo robado.
Ven, únete a nosotros; entre todos compartiremos el botín».
¡Hijo mío, no vayas con ellos! Mantente alejado de sus caminos.
Ellos corren a cometer malas acciones; van de prisa a matar.
Si un pájaro ve que le tienden una trampa, sabe que tiene que alejarse.
En cambio, esa gente se tiende una emboscada a sí misma, pareciera que busca su propia muerte. Así terminan todos los que codician el dinero; esa codicia les roba la vida.
Proverbios 1:8-19 (NTV)
Deja tu comentario