Es probable que muchos de nosotros hayamos escuchado la famosísima composición de Beethoven para piano conocida como “Para Elisa” pero en realidad su nombre original era “Para Teresa”, todo se debió a la confusión del copista a la hora de transcribir el manuscrito original de la partitura, solamente el maestro compositor pudo advertir el error.
Muchos maestros enseñan lo que la Biblia no quiere decir. Algunas veces lo hacen por confusión y lo que logran es apartarnos de la verdad y el propósito de Dios para nuestras vidas. Dice La Biblia que nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
Necesitamos del Espíritu de Dios para distinguir el error de la verdad. Invita a Cristo a vivir en tu corazón. Es necesario que el Espíritu Santo tome el control de tus ideas, pensamientos y corazón, única forma de comprender los secretos escondidos en la palabra de Dios.
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