Vivimos en la era de las pantallas. Celulares, tablets, televisión, computadoras… y ahora hasta los relojes inteligentes entretienen a los más pequeños desde que aprenden a caminar. Pero en medio de tanto avance tecnológico, surge una pregunta que incomoda: ¿Quién está educando realmente a tus hijos: tú o la pantalla?
Muchos padres cristianos desean criar a sus hijos en los caminos del Señor, pero —sin notarlo— permiten que sea YouTube, TikTok o Netflix quienes les enseñen lo que está bien o mal. Les enseñan más sobre valores, lenguaje, identidad y comportamiento… que la misma Biblia.
Proverbios 22:6 dice:
“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.”
Pero, ¿cómo podremos instruir si no estamos presentes? ¿Cómo guiar si no escuchamos, no observamos y no corregimos con amor?
DATOS QUE IMPACTAN
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👶 Niños de 0 a 8 años pasan en promedio más de 2.5 horas al día frente a una pantalla, según Common Sense Media.
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🎮 El 67% de los niños de 6 a 12 años en América Latina ya tienen acceso a celular propio o compartido.
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📺 En Ecuador, se estima que 8 de cada 10 niños en edad escolar pasan más tiempo en redes o plataformas de video que en contacto directo con sus padres (Fuente: CIESPAL 2024).
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📖 Sin embargo, solo el 11% de las familias cristianas en América Latina lee la Biblia juntas de forma regular, según un estudio de Barna Group.
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❗Y lo más alarmante: YouTube Kids y Netflix han sido cuestionados por incluir contenido con ideología de género, lenguaje ofensivo o valores contrarios a la fe, incluso en series etiquetadas como “para niños”.
¿Qué podemos hacer como padres?
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Establece límites de pantalla con propósito. No todo lo digital es malo, pero debe estar bajo supervisión y con intención.
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Enseña con el ejemplo. Si tú pasas más tiempo en el celular que con ellos, no esperes resultados distintos.
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Restaura momentos sagrados: devocionales en familia, orar antes de dormir, conversar en la mesa sin pantallas.
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Llena su mente con la Palabra, antes que el mundo la llene de confusión.
Hoy los niños están creciendo con la idea de que todo debe ser rápido, divertido y visual. Y cuando llega la hora de leer la Biblia o ir a la iglesia, dicen: “¡Qué aburrido!”.
No porque la Palabra lo sea, sino porque sus sentidos están tan sobreestimulados que ya no saben disfrutar del silencio ni de lo eterno.
No se trata de criar niños “desconectados del mundo”, sino niños conectados primero con Dios. Porque una pantalla puede entretener, pero solo la Palabra puede transformar.
HCJB2 te anima a volver al diseño original de Dios para la familia.
👨👩👧👦 Desconéctate un momento… y reconéctate con tus hijos.
📖 Haz que la Biblia vuelva a ser su guía diaria.
🎧 Escucha contenidos que edifiquen en HCJB2, esperanza que para la familia.
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