La Navidad es un momento especial para los niños, lleno de alegría, regalos y celebraciones familiares. Sin embargo, como padres, es importante asegurarnos de que nuestros hijos comprendan el verdadero significado de esta festividad. Aunque es común enseñarles que Jesús o los Reyes Magos traen los regalos, debemos reflexionar sobre cómo esto puede influir en su fe y relación con Dios.

¿Por qué no debemos decir que Jesús trae los regalos?

Es cierto que, según la biblia, los Reyes Magos trajeron regalos al niño Jesús, pero si enseñamos a nuestros hijos que es Jesús quien les trae los regalos de Navidad, podemos crear confusión. Los regalos, en realidad, los traen los padres, abuelos y amigos, quienes con amor y esfuerzo los seleccionan y entregan.

Al hacerle creer al niño que es Jesús quien le trae el regalo, si por alguna razón no recibe lo que esperaba, puede sentirse decepcionado o incluso enojado con Dios. Puede pensar que Dios no lo escuchó o que no lo quiere lo suficiente. Por eso, es importante enseñarles que los regalos son una muestra de amor de la familia, y no algo que proviene directamente de Jesús.

El verdadero regalo de Navidad: Jesús y su amor

El verdadero significado de la Navidad es el nacimiento de Jesús, el regalo de Dios para la humanidad. Como cristianos, debemos recordar que Jesús es el regalo más grande: Él vino al mundo para darnos salvación. Los regalos materiales que damos son solo una forma de reflejar ese amor de Dios.

Es crucial que nuestros hijos comprendan que la Navidad no es solo acerca de recibir regalos, sino de celebrar a Jesús, el Salvador que vino a dar su vida por nosotros. Los regalos, aunque hermosos, son secundarios al mensaje de amor, paz y esperanza que trae el nacimiento de Cristo.

Enseñando una oración correcta

Es importante también enseñar a nuestros hijos a orar correctamente. La oración no debe ser solo para pedir regalos, sino para acercarse a Dios, agradecerle por las bendiciones que ya tenemos, y pedirle sabiduría y paz. De esta manera, aprenderán que la oración es una forma de conectarse con Dios, y no un medio para recibir cosas materiales.

¿Cómo orientar a los niños?

  1. Sé honesto: Explícales que los regalos los traen los papás y seres queridos, y que Jesús nos dio el regalo más grande de todos: su amor y su vida.
  2. Enseña el verdadero sentido de la Navidad: Habla sobre el nacimiento de Jesús, la esperanza que Él trae al mundo, y la importancia de vivir de acuerdo a Su amor.
  3. Guía sus oraciones: Enséñales a orar agradeciendo por la familia, por la salud y por las bendiciones que tienen. Enséñales a orar por sabiduría y paz, no solo por cosas materiales.
  4. Fomenta la generosidad: Enséñales a dar a otros, compartir lo que tienen, y a pensar en los demás, especialmente en los que están en necesidad.
  5. Maneja las expectativas: Si no pueden darles todo lo que piden, explícalo con amor. Enséñales a ser agradecidos por lo que tienen y a confiar en que Dios proveerá lo que realmente necesitamos.

Recordemos que como padres, tenemos la responsabilidad de guiar a nuestros hijos hacia una comprensión más profunda de la Navidad. No se trata solo de los regalos materiales, sino de celebrar el amor de Dios que nos dio el regalo más grande: su Hijo, Jesús. Al enseñarles a orar correctamente y a ver la Navidad como un tiempo de dar y agradecer, les estamos ayudando a tener una fe más sólida y verdadera.

Que en esta Navidad, nuestros hijos comprendan que el verdadero regalo es el amor de Dios, y que los regalos materiales son solo una forma de reflejar ese amor que Él nos da cada día.

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