¿Alguna vez has tenido ese sentimiento de que hay algo mejor que el presente? ¿Cómo describirías ese sentimiento?

Tal vez te sentirías nervioso, emocionado, inseguro.

Le llamamos esperanza.

La palabra esperanza viene del griego «elpis» que significa esperar. Es tener la expectativa de algo seguro.

La diferencia de la esperanza con el optimismo es que la esperanza se basa en una persona: Jesús.

En Mateo 12:21 dice que Su Nombre será la esperanza de todo el mundo.

Jesús nació en este mundo para salvarnos de nuestros pecados, Su nacimiento nos trajo la esperanza que necesitábamos.

Su vida en este mundo traía esperanza a quienes sanaba, a quienes daba libertad.

Hoy, Dios quiere recordarnos que en medio de situaciones poco favorables en nuestra vida, ya sean familiares, financieras, escolares, o en el trabajo, cuando todo parezca ir mal, podemos tener una esperanza segura en Jesús, que nos hace confiar y esperar que en Él hay un futuro mejor.

COMPARTE ESPERANZA

¿Cómo puedes compartir la esperanza con otras personas?

En tu vida diaria, encontrarás mucha necesidad: personas enfermas, o con problemas económicos, entre muchas otras. Y son oportunidades que se presentan para compartir la esperanza que Dios ha depositado en ti.

Algunas maneras en que puedes compartir este regalo que Dios te ha dado, por medio de Jesús, es mostrando amor, perdonando, y poniendo en práctica la generosidad.

Que en estos días puedas llevar a otros este maravilloso regalo que Dios nos ha dado: esperanza.

 

Mateo 12:21
¡Todas las personas del mundo confiarán en él!»