Te sorprenderás al escuchar las respuestas de tus hijos, pero, además, será un hermoso momento para vincularse y saber qué piensan.

Los niños pequeños son una caja de sorpresas. Siempre tienen algo que decir y suelen ser muy ingeniosos a la hora de fundamentar sus respuestas y plantear sus ideas.

A veces, los padres sentimos que tenemos poco tiempo de calidad para compartir con los más pequeños de la casa. Por ello, este artículo puede ayudarnos a entablar con ellos una conversación tan divertida como profunda.Papás implicados: estos son los beneficios para los niños... y los ...

Puedes añadir tus propias preguntas a esta lista, y hasta puedes hacerlas por separados a tus hijos y luego compartirlas en familia (si así el niño lo desea).

Será un momento divertido para vincularse y para acercarte más a tus hijos. Así, ellos recordarán esta experiencia como tu deseo de aproximarte más a ellos y conectar con su corazón.

¡Comenzamos!

1 ¿Qué harías si fueras invisible por un día?

2 ¿Qué es lo que más te gusta hacer en el día?

3 ¿Qué cosas te enojan o te dan mucha rabia?

4 ¿Qué cosas te dan mucho miedo?

5 ¿Cuándo soy una “buena mamá”?

6 ¿Cuándo soy una “mala mamá”?

7 ¿Cómo te gustaría llamarte si pudieras cambiar tu nombre?

8 ¿Qué animal serías si pudieras convertirte en uno?

9 ¿Qué cosas te parecen injustas?

10 ¿Quién te hace reír mucho?

11 ¿Quiénes son tus mejores amigos?

12 ¿Cuál es tu juego favorito?

13 ¿Alguien te ha contado algún secreto?

14 ¿Cuál fue tu parte favorita del día de hoy?

15 ¿Qué regalo te gustaría recibir?

16 ¿Qué es lo que más te gusta de cumplir años?

17 ¿Hay algún compañero de la escuela que esté haciendo algo malo y quieras contarme?

18 ¿Cuál es tu palabra favorita?

19 ¿Dónde te sientes seguro?

20  ¿Qué es lo que mejor te sale hacer?

21 ¿Qué cosa te gustaría aprender a hacer?

22 ¿Qué cosas te hacen un “buen niño”?

23 ¿Qué cosas te preocupan?

24 ¿Qué cosas te dan vergüenza?

25 Si tuvieras que pedir un deseo, ¿cuál sería?

Es momento de conectar

La infancia de nuestros hijos pasa en un abrir y cerrar de ojos. La personalidad de un niño se forja en los primeros siete años de vida, según los expertos. De allí la importancia de aprovechar al máximo esta etapa de oro, para sentar las bases de un futuro emocionalmente sano para nuestros hijos.

Lo que hacen estas preguntas es acercarnos a lo que piensan nuestros hijos, permitiendo en cada respuesta dar valor a lo que opinan, piensan y sienten. En forma de juego, ellos pueden sentir que es un gran momento para hacerse escuchar. Y para nosotros será información pura, “de primera mano” y con un valor inconmensurable.

Otras formas de conectar

Saber educar a nuestros hijos es algo que a muchos de los padres nos preocupa. El punto es que no siempre sabemos cómo hacerlo. Repetimos patrones adquiridos o, por el contrario, tratamos de no repetir experiencias vividas en nuestra infancia.El papel del padre en la infancia de los niños

Sea como fuera, no todos los padres logran conectar con sus hijos a través de la palabra, de las conversaciones directas o de los juegos de entrevistas. Podemos conectar con nuestros hijos a través del juego, de la lectura, de las actividades hogareñas como cocinar, hacer jardinería o simplemente a través de una caminata por el jardín.

Conectar con nuestros hijos no es simplemente preguntar un “¿cómo estás?”. Es también dar un abrazo en el momento justo, empatizar con sus sentimientos y validarlos, apoyarlos en sus decisiones a medida que crecen y dejar todo por un momento para conectar con su mirada.

Una buena comunicación sentará una base segura

Muchos padres se lamentan por no poder entablar una comunicación con su hijo adolescente, sin darse cuenta que muchas veces esa falta de comunicación se fue fomentando a través de los años. Claro que la pubertad es una etapa difícil, pero puede transitarse mejor en la confianza de una apertura comunicacional.

Por ello, ¿sabes cuál es el momento para comenzar a comunicarte asertivamente con tus hijos? Desde el mismo instante en que nacen. Nuestros hijos necesitan siempre de nuestra mirada cariñosa, nuestras palabras de aliento y nuestro empujoncito cuando sea la hora de echarse a volar.

Adentrarnos en el corazón de nuestros hijos será una gratificación recíproca. No hay nada más lindo que verlos crecer y saber que estuvimos allí en el proceso.

Fuente: Familias.com

Fernanda Gonzalez Casafús