La mamá comienza a serlo en el momento en que toma conciencia de su embarazo. Para el papá el camino a recorrer será distinto.

Normalmente cuando en un matrimonio la esposa queda embarazada, asumimos que la embarazada es la mujer, lógico, porque en su vientre está ya el bebé, que desde el momento de la concepción es una persona que ya tiene un espíritu. Pero realmente, ¨la embarazada no solo es ella, sino también él¨, pues hay una corresponsabilidad, que significa que no solo está presente la mamá, sino el papá, porque aunque no está viviendo en lo físico lo que es un embarazo, si lo está viviendo en lo emocional y espiritual.

Los cambios físicos en la esposa es algo nuevo para el esposo, la Biblia dice que son uno, y al amar a su esposa y al vivir la intensidad de un bebé en camino, el esposo también adaptándose a ese proceso de cambio en su mujer porque tendrá que contribuir en cuidar, velar y comprender esos cambios, es decir no está ajeno ni ausente, debe estar esta cercano y presente.

El papá percibe todas las sensaciones físicas sólo si su mujer las comparte con él, y la mayoría de las veces le costará hacerse a la idea de lo que está sintiendo ella. Más adelante, la certeza del embarazo y los cambios físicos más notorios que vive la futura mamá hacen que el papá tome mayor conciencia de la nueva realidad que se avecina: la llegada del primer hijo.

En la parte emocional también está adaptándose, haciéndose ya a la idea de lo que implica ser papá en su rol, en las responsabilidades y en la forma que ya se puede comunicar con el bebé, es decir el también puede mantener comunicación y por tanto una relación con el bebé.

En lo espiritual también asume su rol de sacerdote, porque bendice a su esposa y a su hijo(a) ya presente, lo está proyectando con su bendición a un futuro promisorio, de un cumplimiento, de un propósito de Dios y de ser parte activa y proactiva hacia ese propósito, adquiriendo ya un compromiso de formar, educar, instruir, proveer a ese ser que está creciendo.

Tips:

Llevar al futuro papá a las consultas médicas o a las ecografías son algunas de las actividades que proponen muchas embarazadas para involucrar a los hombres.

En los cursos de pre-parto, se trata de lograr que los papás entiendan cómo va a ser el trabajo de parto, que sepan controlar su ansiedad y puedan ser un apoyo para sus mujeres.

Y aun ya nacido el bebé, tener guía, libros, artículos o personas de apoyo que les permitan ir entendiendo las etapas que van atravesando sus hijos pero juntos, papá y mamá.

Por: Marco y Martha Claudia Mosquera