Amados amigos, deseo aprovechar este tiempo para expresarles un profundo sentimiento de gratitud por su preferencia y aporte al ministerio de HCJB, que al Señor le plació fundar en este bello país hace ya tanto tiempo.

Estamos a pocos días de cerrar este año 2015 y frente a esta inminencia, surge la pregunta consecuente: ¿Qué ha provisto Dios para ti en este año que termina?  Probablemente una mano generosa o el oído de un compañero que te escucha. Puede que sea una palabra en la intimidad de tu oficina o estudio; un grupo de colegas que se reúnen cada lunes en un tiempo de oración; quizás provisión física o material producto de tu trabajo; tal vez la presencia y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, cuando alguno de los nuestros está en casa aquejado por el dolor de una enfermedad o una necesidad…

Mi paisano Gabriel García Márquez, expresa en su libro “El amor en los tiempos del cólera” que muchas veces sucumbimos ante la rémora del desaliento, pero es allí donde la Palabra de Dios nos recuerda que él es nuestro Guardador y nuestro Proveedor. El apóstol Pablo dijo desde su celda en la cárcel: “Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús”.

Amados miembros de esta bella familia recuerden que:
Cuando somos frágiles, Dios nos hace fuertes,
cuando somos débiles, Dios va delante de nosotros,
cuando somos pequeños, Dios nos hace grandes,
cuando somos necios, Dios nos hace sabios.

Cuando estamos en sus asuntos, el guarda a nuestros hijos y a los nuestros y provee lo necesario en el nombre de nuestro amado Jesús. El mejor acto de nuestra fe en Dios es recibir el 2016 con un acto de genuina gratitud por lo que él hará con nosotros, por nosotros y pese a nosotros. Bendiciones para el año que viene.

Por Mauricio Patiño Bustos