El inigualable cantante Carlo Broschi, más conocido como Farinelli, recordaba siempre a su maestro de canto que le hizo trabajar cinco años consecutivos en una sola y única hoja de música, donde se encontraban escritos todos los ejemplos imaginables de vocalización. Pero aquel trabajo tan duro y perseverante logró hacer de él el extraordinario cantante que fue, uno de los mejores de su género.

Si queremos en verdad ser victoriosos en la vida cristiana y en la vida diaria, es necesario que dejemos de depender en lo que sabemos intelectualmente, o en lo que sabemos hacer por nuestra cuenta y que aprendamos a depender completamente de Dios y de su poder.

En Jesús tenemos al mejor maestro, y nuestra hoja de ruta es su palabra. Podemos ser transformados, si estamos dispuestos a perseverar y trabajar duro. La Biblia dice que Dios guardará en completa paz a aquel cuyo pensamiento en El persevera; porque en Dios ha confiado.

Por: Mauricio Patiño Bustos